El viaje de incentivo debe ser una experiencia única y excepcional para motivar a sus participantes a conseguir objetivos pre determinados o para premiarlos por haberlos conseguido exitorsamente.
Este tipo de viajes, a diferencia de otros premios tangibles o intangibles, tienen la ventaja de contar con un atractivo especial y elementos que lo hacen diferente, deseado, aspiracional y único para la motivación.
Los viajes de incentivo fomentan la ilusión y el entusiasmo de sus participantes, despertando el deseo de conseguir una experiencia similar de nueva cuenta a cambio de resultados positivos y exitosos respecto de su actividad laboral, profesional o comercial.
Las opciones para organizar viajes de incentivo son muchas, sin embargo lo más común es hacer viajes fantásticos y con experiencias únicas que los participantes no puedan acceder por cuenta propia. Normalmente son viajes internacionales, de lujo y todo incluido para sus participantes.
A pesar de que lo anterior y a las nuevas tendencias, en todos los casos el objetivo buscado es crear una relación estrecha entre las personas que participan y fomentar los valores asociados a la empresa.